Lo prometido es deuda, dije hace poco en Twitter que os
dejaría la entrada de las galletas y aquí las tenéis.
Cuando empezó mi obsesión por hacer galletas no había manera
de que me quedaran bien, me salían duras e insípidas…hasta que dí con la receta
perfecta.
Estas galletas son sabrosas y nada duras, aunque sí que es
cierto que hay que vigilar para que no se pase el tiempo de cocción porque si
no es así, puede ser que se hagan demasiado y pierdan su encanto.
No se me ocurre mucho más que añadir, simplemente decir que
cuando se saborean te transportan a aquella caja metálica con las galletas de
mantequilla taaaaaaaaaaaan ricas.
INGREDIENTES:
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250 gr de mantequilla sin sal a Tª ambiente
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250 gr de azúcar
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1 huevo XL
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650 gr de harina de trigo
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1 cucharada sopera de esencia (vainilla, limón, naranja…)
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2 o 3 cucharadas soperas de leche
ELABORACIÓN
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Batir la mantequilla hasta obtener una crema
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Añadir el azúcar y mezclar
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Añadir el huevo ligeramente batido y seguir batiendo
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Añadir la esencia y mezclar bien
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Añadir toda la harina de una vez y mezclar bien los
ingredientes. Llegados a este punto la
masa no tiene consistencia para amasar, tiene un aspecto como de migas de pan.
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Añadir la leche poco a poco para ver la que admite.
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Amasar bien hasta obtener una masa consistente pero no
dura.
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Dividir la masa en tres partes, cubrir con papel film y
reservar en la nevera 1 hora
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Pasado el tiempo, estirar la masa intentando que tenga
el mismo grosor y cortar con la forma deseada
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Hornear las galletas con calor arriba y abajo durante
unos 10 minutos (dependerá del grosor y tamaño de las galletas) a unos 170 ºC
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Las galletas estarán listas cuando empiecen a dorarse
los bordes
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